Te busqué...
en los virulentos vientos del norte
Te busqué…
en la nieve eterna que cubre los (montes) bosques
Te busqué…
en fuego intenso que dura una noche
Te busqué…
y a la conclusión llegué de que eres
Nadie, nadie, nadie, eres nadie (bis)
Te busqué...
en las perniciosas lenguas del fuego
Te busqué...
en las caprichosas reglas del juego
Te busqué...
te busqué hasta en los ojos de los niños
Te busqué...
te busqué por toda la casa y encontré a
Nadie, nadie, nadie, eres nadie (bis)
Y no puedo escribirte una canción de amor
porqué eres etérea en el mundo exterior.
Brindaré por ti enajenado en alcohol
imaginando encontrarte en un recóndito rincón.
Te busqué...
en amaneceres de ¿quién diablos eres?
Te busqué...
entre libros de ciencia y algunos papeles
Te busqué...
en tres mil triángulos de las bermudas
Te busqué...
en un sinfín de sitios y a la postre me di cuenta que eras...
Nadie, nadie, nadie, eres nadie
Nadie, nadie, nadie, eres aire